Reparaciones de viento madera

Quinta Justa - Saxofón

Ajuste básico

Quinta Justa - Píccolo

Ajuste completo

Quinta Justa - Saxo soprano

Enzapatillado

Quinta Justa - Clarinet

Golpes o Abolladuras

Quinta Justa - icono: fagot

Zapatillas

Ajuste básico

En este tipo de reparación el instrumento se somete a una exhaustiva revisión en la que se comprueba y regula el buen funcionamiento del instrumento. Para ello se emplean varios métodos de comprobación.

En el caso del saxofón se introduce punto de luz en el interior del instrumento para, una a una, comprobar que todas las zapatillas realicen un sellado adecuado , ya que éstas se suelen deformar, desplazar o incluso romper. También se limpian e hidratan para aumentar su vida útil. Más adelante hablaremos de ellas y su composición. Y si es necesario se cambia alguna que esté en mal estado. En el caso de los demás instrumentos, su comprobación se realiza mediante la introducción de un papel fino que nos dará información de si las zapatillas tienen o no alguna fuga o deformación al pasarlo por distintos puntos de la zapatilla.

También se realiza el ajuste de todas las correspondencias, ya que casi todos los mecanismos que activamos tienen un efecto ̈reflejo ̈ en otras llaves del instrumento.También se revisan y eliminan todas las holguras que pueda haber en el mecanismo, como el efecto de doble acción que suele darse en los instrumentos. Y por último se engrasan todos los puntos móviles para evitar la oxidación y ruidos molestos.

Este tipo de reparación es para instrumentos que tienen un mantenimiento anual o que fue reparado poco tiempo atrás y sólo necesita revisar ciertos puntos críticos.

 

Ajuste completo

Esta reparación es similar a la del ajuste básico, con la diferencia de que aquí el instrumento es previamente desmontado por completo, de forma que podemos acceder mejor a todas las zapatillas y rincones del instrumento. Esto es más laborioso y todas las partes móviles que anteriormente se lubricaban de una manera superficial, esta vez son engrasadas a fondo y las zapatillas pueden ser limpiadas e hidratadas de una forma más óptima.

También en este tipo de reparación existe la posibilidad, si el cliente lo desea, de realizar una limpieza profunda a su instrumento. Eliminando así restos de polvo, suciedad, saliva, gérmenes y bacterias. Y si el instrumento o su mecanismo llevan baño de plata, éste se pule manualmente para recuperar el brillo original.
Si es necesario, en el ajuste completo es bastante común que haya que cambiar alguna de las zapatillas del instrumento. Normalmente entre 1 y 5 como máximo.
En el caso del Clarinete, el Oboe y el Fagot, si su cuerpo se compone de madera, ésta se limpia e hidrata con aceite especial para el uso, para evitar desgastes en la misma o posibles roturas.

Este tipo de reparación está indicada para los músicos más exigentes y para instrumentos que llevan tiempo sin pasar por el taller y necesitan una revisión en profundidad.

Enzapatillado

Este proceso es de los más complejos y laboriosos. Se realiza en instrumentos que ya han agotado la vida útil de sus zapatillas o que han estado guardados durante mucho tiempo, para los que un Ajuste básico o completo no sería suficiente.
Para ello primero realizamos el desmontaje completo del instrumento. A continuación retiramos todas las zapatillas y corchos, ya que todo ello será renovado. Y después se realiza una limpieza a fondo en la que, primero, las partes metálicas son introducidas un breve espacio de tiempo en una solución de agua y Ácido Sulfúrico (100 partes a 1) para eliminar gérmenes, bacterias, restos de saliva y oxidación del metal, que normalmente se trata de Latón, Alpaca o Plata. A continuación todo se cepilla con jabón desengrasante en profundidad y por todos los huecos y rincones. Terminando de eliminar así cualquier suciedad superficial que pueda traer el instrumento. Por último se aclara todo bien con agua y se seca a conciencia para evitar la aparición de nuevas oxidaciones.

En el caso de que el instrumento completo o su mecanismo lleven un baño de plata, como hemos comentado anteriormente, esta se pule manual y delicadamente para sacar a la luz el máximo brillo posible. En instrumentos lacados no es necesario este proceso.
En el caso de los instrumentos que su cuerpo es de madera, como hemos comentado en el Ajuste Completo, ésta se limpia e hidrata.

Seguidamente procedemos a la renovación de todos los corchos y fieltros. Estos son colocados minuciosamente y respetando unos grosores concretos según la necesidad de cada llave. Para este proceso se usa corcho natural, corcho sintético aglomerado y fieltro prensado. Todo ello de varios grosores. Desde los 0.5 milímetros hasta los 6.4mm.

 

 

Paso seguido, es el turno de las zapatillas. Estas se fabrican a medida según la necesidad del instrumento o se pueden usar zapatillas compradas previamente en medidas estándares, lo que

agiliza el proceso. Se toma medida de todas las cazoletas del instrumento y se fabrican o localizan las zapatillas correspondientes. Luego se pegan a la llave con dos tipos de pegamentos; El Shellack ó Goma Laca (https://es.wikipedia.org/wiki/Goma_laca) o la cola Japonesa ó Lacre Transparente.
La goma laca se adquiere en escamas y con ellas se forma un pequeño amasijo de distintos grosores para facilitar su aplicación a la hora de pegar las zapatillas. Estas también suelen llevar resonadores cuando su tamaño es de cierto tamaño. Pueden ser metálicos, de plástico o meros remaches. O si el cliente quisiera, se podrían fabricar de laton ondulado o cualquier forma que se le quiera dar.

Una vez tenemos las llaves listas para montar, nos vamos al cuerpo del instrumento, donde revisamos las chimeneas, que deben estar totalmente planas para que realicen un buen sellado. Comprobamos también que no hayan golpes o abolladuras y se eliminan en caso de haberlas.
Tras todo esto, es hora de comenzar el montaje. Cada llave se engrasa y se monta individualmente. Una vez montada se comprueba el sellado, ya bien con un foco de luz en el interior del instrumento, o bien con el fino papel como hemos nombrado anteriormente.

Cómo las zapatillas son nuevas, todas ellas se tienen que someter a este proceso. Para ello calentamos la cazoleta por el lado contrario a la zapatilla para ̈ablandar ̈ ligeramente el pegamento y que, con unas placas especiales, podamos colocar la zapatilla en la posición o inclinación que deseemos.
En el caso de instrumentos como la flauta, las zapatillas no van pegadas, sino que van sujetas por un resonador a modo de arandela y un tornillo. Y para regular su altura o posición se utilizan unos aros de papel de distintos grosores y tamaños. Estos se combinan para lograr el sellado perfecto requerido.
Una vez tenemos todas las zapatillas ajustadas individualmente, comienza el proceso de ajuste. Es aquí cuando hacemos que todas las correspondencias funcionen a la perfección. Y es aquí que todos los muelles realizan correctamente su función. En caso negativo se pueden modificar o directamente cambiar, en un proceso totalmente manual con alicates especiales.

Cada zapatilla debe tener una altura concreta y debemos eliminar cualquier holgura o doble paso. Se trata de un proceso laborioso que hay que ir revisando durante varios días después, ya que las zapatillas pueden sufrir una pequeña deformación tras el proceso, o que el metal ceda y vuelva a su estado original.

 

Golpes o Abolladuras

Habitualmente, los instrumentos sufren caídas y accidentes que provocan estragos de mayor o menor calibre. Muchos de ellos sólo implican que una llave se haya doblado ligeramente, impidiendo el buen funcionamiento. Pero en otros muchos casos se producen abolladuras considerables, rotura de partes, desoldado de pilares o, en el caso de los cuerpos de madera, grietas, rajas o arañazos de profundidad considerable.
Las abolladuras en el metal son tratadas con distintos moldes y herramientas fabricadas para tal uso. Algunas compradas a proveedores especializados en USA o Alemania. Y otras fabricadas a medida personalmente. Es así también, en los instrumentos de cuerpo metálico, como se rectifican las chimeneas para que estén totalmente planas. Cómo podréis observar en las imágenes, se trata siempre de un proceso manual, sin maquinaria industrial.
En el caso de los instrumentos con cuerpo de madera, esta se trata de varias formas para tapar arañazos o rajas. Principalmente se usa una pasta hecha a partir de serrín de la misma madera que después se rebaja hasta dejarla al nivel de la madera original y que no se note. También se pueden realizar anillas de carbono en ciertos puntos para que la raja no siga su camino natural y el instrumento tenga mucha más vida útil.
En estos instrumentos las chimeneas se rectifican con herramientas y fresas especiales.
Otro trabajo derivado de los golpes son las soldaduras. Muchas veces el golpe lo recibe un pilar y este no resiste la fuerza y acaba por soltarse.
Una vez retirada la abolladura, el pilar se suelda delicadamente con estaño o plata.

En caso de que alguna llave o protector se parta completamente, se puede realizar una soldadura de plata para recuperar su estado o directamente se puede fabricar una llave desde cero.

Zapatillas

Las zapatillas se componen principalmente de tres componentes: cartón o cartulina, fieltro prensado y piel (natural o sintética). También se les puede añadir un resonador metálico, plástico o un simple remache si no es de gran tamaño.
Para la fabricación de las mismas debemos tener en cuenta el tamaño de la cazoleta del instrumento. Una vez medido procedemos al corte del cartón y el fieltro, unos milímetros menos del tamaño de la cazoleta. Y también cortamos la piel unos milímetros más de la cazoleta.

Ahora se coloca el fieltro sobre el cartón y todo ello se envuelve con la piel. Empezando por el fieltro y pegando el sobrante, y a modo de sellado, por la parte del cartón.
Una vez realizada se le puede realizar el agujero para introducir el remache o resonador si es necesario.

En el caso del saxofón, el Fagot y algunos clarinetes y oboes, la piel de las zapatillas es de vaca o canguro. Tratada y tiintada previamente en naranja, marrón, negro o blanco.
Las flautas, otros clarinetes y oboes llevan una piel más fina, llamada Fish Skin, ya que antiguamente se realizaban con piel de pescado. Actualmente se usa la película de piel resultante del apéndice de la Vaca. Tratada y tintada en blaco o amarillo.

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